La pequeña historia la vivió Sir Henry Morton Stanley, quien era un famoso explorador galés, nacionalizado estadounidense.

Él contestó: "Yo no la vi toda, sólo vi una roca delante de mí, sólo vi una serpiente venenosa que tenía que matar si quería dar otro paso. Sólo vi el problema que tenía directamente frente a mis ojos. Si lo hubiese visto todo, habría quedado tan abrumado que no habría podido intentar esa exploración".
Esta es una hermosa reflexión donde aprendemos a no desalentarnos con todos los desafíos de la vida, sino ir solucionando uno a uno, con fe, con esperanza, paso a paso, poco a poco, todo esto para nuestra paz mental. No abrumarnos con la carga de todo lo que tenemos pendiente para hacer o lograr, sino ir haciendo cada cosa a su tiempo, en el momento que le corresponde.